LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA

A medida que ha ido evolucionando la tecnología, la música se ha ido adaptando a los medios de cada época, organizando los sonidos de un modo estéticamente atractivo que cubriese las demandas de la sociedad en cada momento histórico.

El auge actual de la tecnología y su aplicación a la escuela ha supuesto una gran revolución para la sociedad y, por supuesto, también para la música. La implantación del proyecto TIC en los colegios ha permitido que podamos valernos de infinidad de utilidades para aplicar a la música ya que, entre otras cosas, las Nuevas Tecnologías nos van a permitir:

· Editar partituras.

· Grabar canciones.

· Ajustar las composiciones musicales a las necesidades de los alumnos.

· Incorporar imágenes, textos, videos, animaciones… a los archivos de voz.

· Disponer de las canciones y poder estudiarlas sin necesidad de contar con un

intérprete.

· Disfrutar de la música cuando los alumnos así lo deseen.

· Interpretar canciones con los alumnos y realizar grabaciones de las mismas.

· Etc.

Al servirnos de todas las ventajas que nos proporciona la implantación de las TIC, vamos a conseguir una influencia positiva en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que, mediante ellas, vamos a poder aunar en un espacio reducido la música, imágenes y movimientos, a desarrollar en el alumnado las aptitudes y habilidades necesarias para enfrentarse a una sociedad mediatizada por el uso de la tecnología, a facilitarles el estudio de la música, a ofrecerles experiencias motivantes que generen interés e ilusión, a fomentar la creatividad de los alumnos, a proporcionarles actividades que ejerciten su expresión vocal e instrumental, etc.

Sin embargo, la rápida implantación de los medios tecnológicos en el aula ha pillado desprevenidos a muchos docentes, que no cuentan con mucho conocimiento de Nuevas tecnologías. Pero la realidad es que su uso se está imponiendo, y permanecer al margen de ellas no va a contribuir más que a quedarnos anclados en el pasado.

Esto no significa que los docentes debamos orientar nuestras clases haciendo uso exclusivo de este tipo de materiales, si no debemos emplearlos paralelamente con otros recursos (libros de textos…), y adaptarlos a las posibilidades del aula, a las necesidades de los alumnos, a sus intereses, y a la temática que pretendemos trabajar.

Unos y otros tiene múltiples posibilidades educativas, y saber usarlos de modo adecuado va a contribuir a fomentar el aprendizaje y la motivación de nuestros alumnos, es por ello que debemos valorarlos de forma positiva y estar preparados para, llegado el momento, saber hacer un buen uso de ellos.