INFLUENCIA DE
Para una persona adulta, la acción de escuchar música supone una actividad relajante y placentera, o incluso también un momento de diversión y de dar rienda suelta al movimiento corporal. En el caso de un bebé está suficientemente comprobado que, a partir de la semana 18 o 20 de embarazo, tiene capacidad de escuchar y recordar melodías, por lo menos hasta el primer año.
La música produce un efecto en los niños que va a cobrar gran importancia en el futuro pues, tal como revelan investigaciones recientes, la música adquiere gran influencia en el desarrollo infantil, provocando una activación de la corteza cerebral, específicamente en las zonas frontal y occipital, que están implicadas en el procesamiento espacio-temporal.
Al evaluar los efectos de la música a través de registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música origina una actividad eléctrica cerebral tipo alfa. Todo lo anterior se traduce en lo siguiente: la música (sobre todo la música clásica, de Mozart) provoca:
· Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.
· Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
· Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
· Brinda la oportunidad para que los niños interactuen entre sí y con los adultos.
· Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
· Estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
· Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
· Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
De acuerdo a un estudio israelí, la música clásica, y en especial la de Wolfgang Amadeus Mozart, ayudaría a estimular el metabolismo de los bebés prematuros, haciendo que éstos fueran aumentando de peso y abandonaran antes las incubadoras.
El estudio del Sourasky Medical Center de Tel Aviv (Israel), contó con 20 bebés prematuros y demuestra que estos podrían mejorar y estimular su metabolismo más rápidamente tras escuchar la música del compositor austriaco.
Todo ello no hace más que corroborar la enorme importancia de la música, y más aún de la clásica. Teniendo en cuenta la gran cantidad de beneficios que poseen estas composiciones, es lógico que padres y profesores pongamos la música al alcance de los niños desde que son pequeños.
Lo que los padres deben aprovechar es el potencial que ofrece la música como vehículo para interactuar con sus niños. Es conveniente dedicar un tiempo del día para hacerles escuchar diferentes melodías y observar cómo reaccionan. Es posible que descubran ciertas composiciones o sonidos que lo relajen a tal punto que se pueden usar cuando haya dificultades, como por ejemplo, para conciliar el sueño.
En cuanto al proceso de enseñanza-aprendizaje, la música también va a cobrar un papel muy importante. Por tanto, los maestros, deben conocer los alcances y beneficios que se derivan del empleo de la música como parte importante de la educación integral del menor y usarla como recurso en sus clases.
Como se ha señalado con anterioridad, uno de los compositores clásicos que tiene especial influencia en los bebés es Mozart. Con respecto a este, existen recursos bastante interesantes en los que se integran las composiciones del músico con vídeos en los que se presentan distintos elementos de características y colores muy atractivos para los pequeños. Dejamos aquí una pequeña muestra:
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